Leyenda la novia de culiacan
Nos habla de una joven hermosa llamada Guadalupe de tan solo 20 años, ella estaba enamorada de Jesús y el de ella, pero Ernesto, el mejor amigo de ambos también estaba enamorado de Guadalupe. Un día Jesús decidió pedirle matrimonia a Guadalupe, ella con gusto acepto y ambos comenzaron a planear la boda, Ernesto no se entero hasta que Jesús le pregunto que si quería ser su padrino, aunque Ernesto no soportaba la idea de la boda acepto ser el padrino, pero una vez Jesús se había ido el corrió a casa de Guadalupe a reclamarle sobre aquella boda, él le confesó su amor, pero ella solamente le contesto que lo quería como hermano y que entendiera que ella amaba a Jesús.El día de la boda Jesús y Ernesto esperaban juntos fuera de la iglesia a Guadalupe, cuando ella por fin llego corrió a besar a Jesús, Ernesto no soporto esto saco una pistola y le quito la vida Jesus, luego también el se pego un tiro. Guadalupe no creía que eso pudiera estar sucediendo, nunca lo creyó, durante meses ella nunca se quito su vestido de novia, salía a caminar y parecía que alguien platicaba con ella aun cuando no se miraba nadie, así fue durante mucho tiempo hasta que ella también murió.
El zoológico de Culiacán Leyendas de sinaloa
Hace algunos años, un conserje trabajaba en el zoológico, este quería mucho a los animales, pero sobre todo a un mono que recién acababa de nacer, desde que el mono era pequeño el conserje siempre lo iba a visitar, siempre le llevaba comida y se ponía a jugar con él, era tanto la amistad que no faltaba un solo día en que el conserje no lo visitara. Pasaron años y el señor creció al igual que el mono, pero su amistad seguía igual, el conserje siempre lo visitaba y cuando él se retiraba e iba a su casa, el mono se ponía triste. Un día el conserje ya no regrese, el había muerto durante la noche por un paro cardiaco. Fue tanto la tristeza del mono que este se rehusaba a comer. Un día por la noche el cuidador del zoológico se percato que alguien se acerco al lugar donde estaba el mono, este entre y se puso a jugar con el. Al ver esto el cuidador rápidamente pensé que era el conserje y no se preocupo, incluso le grito que mejor se lo llevara a su casa para que no viniera tan noche. Al dia siguiente las personas que alimentaban a los animales se percataron que dentro de la jaula del mono se encontraban algunos plátanos, al preguntarle al cuidador sobre ellos el contesto que había sido el conserje, estos no le creyeron y le volvieron a preguntar, pero el insistía que había sido el conserje durante la noche. Por un momento todos callaron hasta que uno se atrevió a decirle que el conserje ya había muerto.
La Santa de Cabora
Allá por 1873, nació en un humilde pueblo de Sinaloa Teresa Urrea, hija ilegítima de una indígena pobre y de un acaudalado hacendado vinculado con la clase política de la región. Naturalmente, la niña fue criada por su madre con todas las carencias inevitables del caso, aunque pronto la situación dio un giro completo cuando la entonces adolescente fue abandonada por su progenitora. Entonces, la pequeña Teresa buscó a su padre, quien no dudó en acogerla y en brindarle protección en la pequeña comunidad de Cabora.
Durante sus paseos por las calles de su nuevo pueblo, Teresa conoció a la curandera del lugar, con quien no tardó en entablar una amistad especial. Efectivamente, la señora percibió cualidades excepcionales en la muchacha, y decidió introducirla en el misterioso mundo de la magia y los hechizos. De tal modo, Teresa se volvió aprendiz de la vieja, a quien acompañaba a visitar a los enfermos de la región.
Fue en una de esas consultas cuando Teresa reveló sus poderes singulares. Mientras curandera y aprendiz atendían a una parturienta al borde de la muerte, de repente, la joven Teresa, en éxtasis, dio un sonoro grito, se lanzó sobre la enferma y ayudó a salir del vientre a la criatura, no sin antes devolverle la salud a la madre. Cuando la muchacha salió del trance, la anciana le refirió lo ocurrido sin poder disimular su asombro. Tiempo después, Teresa fue víctima de un ataque cataléptico, del cual pudo salir varios días después. Durante dicho estado, el padre de la joven la creyó muerta y organizó los funerales. Pero cuál fue la sorpresa de todos los dolientes cuando, sin previo aviso, la "difunta" se alzó del ataúd, a partir de lo cual comenzó a demostrar sus dones de profecía y sanación.
Efectivamente, luego de la "resurrección" de Teresa, los rumores sobre sus poderes curativos se propagaron rápidamente por todo Sinaloa y estados vecinos.
Primero decenas, luego cientos y, finalmente, miles de devotos de la llamada "Santa de Cabora" arribaban día con día al pequeño poblado, guiados por una inextinguible fe en los prodigios bienhechores de Teresa. De acuerdo con los fieles, la muchacha era capaz de curar de todo y de advertir sobre cualquier peligro a cuanto individuo necesitado se acercara a ella. Mientras, el papá contemplaba resignado a la cotidiana muchedumbre, un tanto escéptico acerca de los milagros de su hija.
Pero no todos pensaban igual en el país. Porfirio Díaz y las autoridades locales comenzaron a juzgar con recelo los dones de Teresa, debido a lo cual la vigilaban con discreción. Pero de la sospecha saltaron a la alarma cuando algunas revueltas de indígenas y obreros empezaron a usar como grito de guerra "¡Viva la Santa de Cabora!". Por ello, don Porfirio decidió arrancar "el mal" de raíz y expulsó del país tanto a la iluminada sinaloense como a su padre.
Así, una y otro fueron trasladados a los Estados Unidos, donde Teresa participó activamente en la prensa consagrada al ataque del dictador mexicano. Mas la muerte se la llevó en 1906, cuando apenas tenía treinta y tres años.
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